lunes, 1 de diciembre de 2014

‘LA NARANJA MECÁNICA’ DE 1974

El estilo que marcó una nuevo inicio en los ideales futbolístico y que permanece hasta estos días, tuvo su nacimiento o primera muestra, como deseen llamarlo, en el seleccionado de un país que durante muchos no asistía al torneo más importante de selecciones, 36 años en ese entonces, y de igual forma recién se integraba a la órbita de las potencias mundiales del balompié. La selección holandesa y Rinus Michel, el inventor de este nuevo estilo, se iban grabando en la memoria de sus aficionados a medida que apabullaban a los rivales que se les presentaban en el camino, gracias a su forma de jugar, que priorizaba la presión en todos los sectores del rectángulo verde. No se llevaron la copa a casa, pero lo que sí se llevaron, sin lugar a duda, es la admiración, respeto y aplausos de todos, hasta de los argentinos, a los cuales golearon.

Durante cuatro años los holandeses era los dominadores de la máxima competición europea de clubes, Copa de Europa, comenzando por el Feyernoord Rotterdam (69-70) y terminando en el tricampeonato del Ajax de Ámsterdam (70-71/71-72/72-73). Michel aprovechó el buen momento de futbolístico de su país y tuvo como principales armas a los jugadores más destacados de esos conjuntos, como Johan Neeskens y William van Hanegan, piezas fundamentales en la obtención de la ‘orejona’ en el Ajax y Feyenoord respectivamente. Johan Cruyff, el conductor y figura principal en el tricampeonato de la escuadra capitalina se encontraba, en ese momento, jugando para el Barcelona de España.

Finalmente, después de haberse clasificado sin perder ningún encuentro, era el momento de demostrar todas sus virtudes y consagrarse como la mejor selección del mundo. Comenzaron su participación el Mundial ante Uruguay. Dos goles de Johnny Rep le otorgaron la victoria a los ‘tulipanes’ y consiguieron sus primero dos puntos. Su siguiente encuentro, contra Suecia, no pasó de un empate, el cual sería  el único partido en el que no anotaron goles.  El último encuentro de grupo los enfrentaba a Bulgaria, selección a la que golearon 4-1 con dos goles de Neesken, Rep y De jong. La segunda ronda los ubicó en el Grupo A junto con Argentina, Brasil y Alemania Oriental. Los ‘gauchos’, el rival a vencer en su debut en esta nueva fase, observaron la mejor versión de Cruyff y como les encajaba dos goles. Krol y Rep finalizaron el ‘póker’ de goles. En su segundo partido debían enfrentar a Alemania Oriental, la más débil de las alemanias y, además, no contaba con ningún jugador de renombre, razones por las cuales Holanda los sobrepasó sin problema alguno y venció 2-0 (Neeskens y Rob Rensenbrik).  Su encuentro final  de ronda se enfrentaba a la vigente campeona, Brasil, la cual poseía la misma cantidad de punto. Pero Neeskens y Cruyff se encargaron de asegurar su acceso a la final con sus presencias en el marcador.

   Alineación titular de la seleccion holandesa de ese año


Era su momento de consagrarse, se encontraban en la instancia final,  eran los que mejores jugaban y contaban en su once con el mejor de todos. Pero el fútbol no siempre es lógico y justo. A veces pierde el que mejor juega y gana el de fútbol menos estético. Y Alemania se encargó de volver a comprobar y rectificar (sucedió algo similar en el Mundial de 1954) esa frase.

A los dos minutos de haber iniciado el encuentro, Neeskens puso adelante a su selección mediante un penal. Pero duró poco la felicidad, luego del tanto de Paul Breitner (23’) también desde los doce pasos.  Y finalmente, Gerd Muller, a dos de acabar la primera parte anoto el gol postrero, eliminando el sueño holandés y consagrando a los  ‘Panzer’


Cuatro años después, en Argentina, corrieron la misma suerte de llegar a la final, pero el 
desenlace fue el mismo: se retiraron derrotados.

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